Una compañía neoyorkina llamada Ghost+Cow+Films lanzó Drone Boning, un corto erótico de tres minutos filmado con un pequeño drone.

“Queríamos explorar la idea de la privacidad y los ataques de drones; esta idea de ’hacer porno, no la guerra’. Empezó como un comentario divertido sobre la privacidad y el voyeurismo y rápidamente se convirtió en un concepto”, afirmó Brandon LaGanke, uno de los directores del film, junto con Jon Carlucci.

La película, con un enfoque más artístico que pornográfico, muestra parejas manteniendo relaciones, en muchos casos simuladas, en diversos lugares, como playas, granjas y bosques. “La idea era tomar paisajes hermosos y poner gente acostándose en ellos”, dijo a Vice.

Una de las principales tomas, que habría sido realizada en los suburbios, debió ser omitida debido al temor a que vecinos, preocupados por su privacidad, derribaran el drone a los tiros. En esta se veía un barrio tranquilo, en el que en una casa había una parrillada y en la de al lado, una pareja teniendo sexo.

Más allá de la repercusión que pueda tener su film, LaGanke afirma que no cree cree que constituya el inicio de un nuevo género. “Nunca filmaría verdadero porno así”, dijo.

Fuente: Infobae.com