En estos momentos han cobrado un papel trascendental los buzos enviados por la Marina en un contingente de 200 especialistas que, ya caído el sol, tratan de penetrar en este enorme buque de 146 metros de eslora y 22 de manga para rescatar a los pasajeros que pueden haber quedado atrapados en su interior.

Pero la situación es muy adversa, dado que el Sewol permanece hundido desde hace varias horas a 30 metros de profundidad, la visibilidad es prácticamente nula y la temperatura del agua es de unos 12 grados.

Debido a estos tres factores “es poco probable que cualquier persona atrapada en el interior haya sobrevivido”, indicó un operario de rescate citado por el diario Korea Herald, tras reconocer que se llevó a cabo una búsqueda sin éxito en las aguas en un radio de 5 kilómetros.

Según la cadena YTN, que citó a testigos, las autoridades del barco recomendaron a los pasajeros permanecer en sus asientos durante los primeros 60 minutos, lo que podría haberles privado de un tiempo crucial para ponerse a salvo en las dos horas que duró el naufragio.