Corea del Norte suele denunciar dichas protestas, pero rara vez en nombre del Comando Supremo, que es dirigido por el nieto de Kim Il Sung, el líder norcoreano Kim Jong-un.

“Si las autoridades títeres desean verdaderamente diálogo y negociaciones deberían disculparse por actos hostiles” contra Corea del Norte “grandes y pequeños, y demostrar a los compatriotas que pondrán fin a todos estos actos”, señaló la declaración.

En ese sentido, el Ejército de Corea del Norte emitió un ‘ultimátum’, en el que insta a Seúl a ofrecer disculpas por todas las actividades “anti-Norte”.

Dicho ‘ultimátum’ consta de tres partes. En la primera, Pyongyang advierte a su vecino que si Corea del Sur toma acciones que menoscaben la dignidad, responderán sin aviso previo.

La segunda parte de la declaración norcoreana se refiere a “la inauguración inmediata de la demostración del poder militar del país”.

Según la agencia KCNA, la tercera parte del “ultimátum” subraya que si las autoridades surcoreanas desean establecer un diálogo, Seúl tendrá que “disculparse por las acciones que ofenden la dignidad de la RPDC”.

Pyongyang lanzó un cohete antes del anterior aniversario del natalicio de Kim Il Sung, el centenario, pero la celebración de este año ha sido mucho más discreta.