El juez español Baltasar Garzón fue condenado por la justicia de su país a 11 años de inhabilitación por un caso de escuchas ilegales, poniendo fin a la carrera de un magistrado llegó a investigar controvertidos temas como los crímenes de la dictadura franquista.

El Tribunal Supremo español lo condenó a “11 años de inhabilitación especial para el cargo de juez o magistrado con pérdida definitiva del cargo que ostenta” por haber vulnerado el derecho a la defensa al ordenar la grabación de conversaciones en prisión entre abogados defensores y sus clientes.

Los detenidos eran presuntos cabecillas de una red corrupta, conocido en España como Caso Gürtel, que en 2009 involucró a altos cargos regionales del Partido Popular, que ahora gobierna España.

Garzón ordenó las escuchas por sospechar que los abogados participaban en operaciones de blanqueo de dinero y aseguró durante su juicio, celebrado a mediados de enero, que siempre actuó “preservando el derecho a la defensa”.

Esta condena significa de hecho el fin de la carrera del juez español, de 56 años, mundialmente conocido por la detención del ex dictador chileno Augusto Pinochet en 1998 en Londres y suspendido de sus funciones en España desde mayo de 2010.