Para no creerlo. A los 35 años, creyó que su sacrificio había dado sus primeros frutos. Este colombiano se había graduado en la Universidad de Virginia en USA y tras varias entrevistas logró que la empresa de comida rápida McDonald’s aceptara entregarle la franquicia. Él llevó al fast food a su país y el éxito le sonrió, pero tiempo después su vida dio un giro de 360 grados.

Pedro Medina contó a CNN que semanas antes de la inauguración del primer local de McDonald’s tuvo un aneurisma. Estuvo al borde de la muerte, pero los médicos lo salvaron. “Me dejaron un tornillo suelto”, dice ahora.

Quince años después, el éxito le sonreía. McDonald’s tenía decenas de locales en todo el país, ya no era gerente, ahora ostentaba el cargo de director regional de la firma. Sin embargo él se estaba cansando.

“Yo era bastante psicorrígido, bastante perfeccionista y bastante estricto… Ese mundo lo absorbe a uno muchísimo. Uno debe tener cuidado con el balance, con el equilibrio”, dice.

	Choachí, el lugar donde radica Pedro Medina, el exhombre fuerte de McDonald’s. (Foto: Wikipedia)
Choachí, el lugar donde radica Pedro Medina, el exhombre fuerte de McDonald’s. (Foto: Wikipedia)

Todo llegó a su fin un día que en medio de una charla, sus alumnos empezaron a hablar de la realidad económica y social de Colombia. Cansado de escuchar lamentos y cifras rojas, él preguntó: “¿cuántos se ven aquí en 5 años?”. Solo 12 levantaron la mano. Entonces llegó lo peor. Uno de los 27 que dijo que NO le preguntó las razones por la que deberían quedarse.

“No fui capaz de venderles Colombia a mis estudiantes. De esa frustración nació una reflexión: no vendemos lo nuestro porque no lo sabemos vender, porque siempre nos han mostrado lo malo y no hemos investigado lo bueno”, precisa. Entonces decidió dejar todo y montar un proyecto para que todos conocieran las bondades de su país.

Eso sumado a la experiencia de estar al borde de la muerte hicieron que Pedro Medina renunciara a su trabajo y se fuera a vivir a un pueblo alejado llamado Choachí.

Ahora con 57 años encima, Pedro Medina indica que haber dejado todo para encontrarse con las maravillas de Colombia fue lo mejor que pudo hacer.

Actualmente sigue dando charlas, explicando las bondades de su país y redefiniendo el concepto de éxito.

“Si éxito es que te de un derrame cerebral a pocas semanas de inaugurar el trabajo de tu vida, o vivir estresado siempre… No, no quiero ese éxito”, dice.

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