Familiares, amigos y vecinos asistieron al sepelio colectivo de 28 de los 33 niños que murieron luego de que un bus que los transportaba tras un culto religioso se incendiara el pasado 18 de mayo, en el municipio de Fundación (al norte Colombia).

En medio de la tristeza y el llanto y bajo un sol abrasador fueron sepultados los niños, tras una caravana fúnebre que partió de Barranquilla, y horas más tarde arribó al municipio, donde vivía la mayoría de las víctimas del absurdo accidente y en donde se cumplieron sus exequias.

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, dejó por un momento la campaña electoral para asistir al evento fúnebre, con el fin de acompañar a las familias que están sumidas en el profundo dolor por esta pérdida.

El accidente en el que murieron los niños se registró hace 10 días y habría sido ocasionado por una falla del bus en el que se transportaban los menores.

Fuente: EFE