Guo Bin, un niño chino de 6 años al que le extrajeron los ojos en agosto pasado en la provincia de Shanxi, fue dado de alta del hospital el pasado jueves, después de que los médicos le implantaran unos globos oculares.

Una evaluación del hospital afirma que Guo no solo ha crecido y ganado peso durante su internamiento, sino que también ha estado muy animado durante su estancia en la unidad de oftalmología del hospital Dennis Lam.

Los padres de Guo decidieron llevarse a su hijo a casa dada la evolución del niño, y tras recibir la ayuda de la Federación de Personas Discapacitadas de Taiyuan, que han inscrito al niño en un centro escolar para que siga con su formación.

Aunque con las prótesis ha recuperado su aspecto, no ha recuperado la visión. Según el doctor Lam, que se ha encargado de intervenir al niño, dentro de cinco o 10 años “se le podrán poner ojos biónicos conectados directamente con el cerebro que podrían permitirle recobrar entre 20% y 40% de su capacidad visual”.

Guo Bin ingresó al hospital el 10 de septiembre para recibir un implante de prótesis oculares mediante cirugía, tras ser encontrado en el mes de agosto cubierto de sangre, cerca de su casa en la provincia de Shanxi, en el norte de China, con los dos ojos arrancados.

Su tía, sospechosa de haber cometido el acto, se suicidó poco después lanzándose a un pozo y en su ropa se encontraron restos de sangre del niño, según la agencia Xinhua.

Fuente: ABC