Las autoridades de China han declarado un monumento histórico de un antiguo burdel de esclavas sexuales del ejército japonés en la ciudad de Nankin, que alguna vez fue la capital de ese país.

El edificio de siete pisos alojaba en sus mejores tiempos a más de 200 mujeres asiáticas que fueron sometidas a esclavitud sexual por el ejército imperial.

Las relaciones entre Pekín y Tokio se someten a un momento de tensión, sobre todo por las fuertes disputas territoriales y desacuerdos sobre la historia.

Todos los días la prensa o las autoridades oficiales recuerdan pasado militarista de Japón, un país acusado de rechazar un recuerdo doloroso trabajo de las atrocidades cometidas por su ejército.

China anunció en febrero la fecha de creación de la memoria de la masacre de Nanking (1937) y la victoria contra Japón en la Segunda Guerra Mundial (1945).

Fuente: Globo