Kun Kun, un niño seropositivo chino de 8 años que el pasado mes de diciembre se hizo famoso después de que el pueblo, en China, en el que vivía pidiera su expulsión de la localidad por su condición médica, encontró un hogar.

El menor fue finalmente llevado a una escuela especializada en niños seropositivos, a unos 800 kilómetros de su vivienda inicial.

Según revela el diario Global Times, los vecinos del pueblo de Shufangya, en la provincia Sichuan, lograron esa controvertida expulsión y, pese a las protestas de grupos de derechos humanos e incluso de la Organización de las Naciones Unidas, forzaron a Kun Kun a abandonar el pueblo.

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El abuelo del menor, que fue uno de los firmantes de la carta que pedía su expulsión, llevó al niño el 3 de marzo a la Escuela Cinta Roja de Linfen y aprovechó que este dormía para marcharse sin despedirse.

Los profesores de esa escuela, única de China especializada en el cuidado de niños con virus VIH, relataron a la prensa que el menor se está adaptando rápidamente a su nuevo hogar.

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Se descubrió que el niño era seropositivo en 2011, cuando fue al médico a curarse unas pequeñas heridas. Desde entonces fue rechazado en las escuelas locales, pese a que ello es ilegal en el país asiático.

Los habitantes del pueblo tomaron la polémica decisión de votar y aprobar la expulsión del menor justificándolo en que era una medida para “proteger la salud de los vecinos”.

El abuelo del niño, uno de los defensores de la medida, aseguró que él y su esposa eran demasiado mayores para seguir haciéndose cargo de Kun Kun.