China estrenó la línea de alta velocidad más larga del mundo, que une la capital, Pekín, con la ciudad más próspera del extremo sur del país, Cantón, un eje de 2.298 kilómetros que consolida al gigante asiático como líder mundial en este tipo de red ferroviaria.

Tras una ceremonia con autoridades estatales, el primer “tren bala” que cubre el trayecto salió a las 09:00 hora local (01.00 GMT) desde la Estación Oeste de Pekín, y una hora después partía en dirección contraria el primer ferrocarril desde Cantón a la capital.

El primer Pekín-Cantón cubrió el recorrido en 7 horas y 59 minutos, mientras que periodistas chinos a bordo del que partió de Cantón reportaron una hora de retraso, al parecer por nieve y hielo en los raíles que afectaron más a los trenes que llegan en horas nocturnas al norte (con temperaturas de 17 grados bajo cero en Pekín).

Los trenes más rápidos de la línea (algunos circularán a una velocidad máxima de 300 kilómetros por hora, otros con billetes más baratos a 250) cubrirán el trayecto en menos de 8 horas, frente a las 20 que tarda un ferrocarril convencional.

La nueva infraestructura marca un antes y un después en la conexión por tierra de muchas ciudades del interior del país (capitales provinciales como Shijiazhuang, Zhengzhou, Wuhan o Changsha), y el hecho de que la inauguración coincida con el 119 aniversario del nacimiento de Mao Zedong muestra la importancia que le da el régimen.

El trayecto inaugurado “conecta de forma cercana la zona económica de Bohai (Tianjin, Pekín) con las de los deltas del Yangtsé y el Perla (Cantón, Hong Kong, Macao)”, destacó en la inauguración el director de ciencia y tecnología del Ministerio de Ferrocarriles, Zhou Li, citado por la agencia Xinhua.

Fuente: EFE