Las autoridades chinas ejecutaron al expolicía Hu Ping, quien disparó y mató en estado ebriedad y fuera de servicio a una mujer embarazada, en octubre del 2013 en la región de Guangxi.

El agente había sido sentenciado a la pena capital por homicidio intencionado en febrero de este año, recordó la agencia oficial Xinhua.

El incidente en cuestión se produjo luego de que el policía mantuviera una discusión en un restaurante tradicional chino. Luego de que la víctima, Wu Ying, embarazada de cinco meses, le dijera que no vendían té con leche, el sujeto comenzó a disparar contra ella y su marido, Cai Shiyong el dueño del local, que sufrió heridas leves en el hombro.

La corte consideró entonces que el crimen tuvo una “abominable repercusión en la sociedad” y que los hechos “estaban claros”, por lo que se le adjudicó una pena “apropiada”.

Según la normativa publicada por el Ministerio de Seguridad Pública de China, los oficiales de policía tienen prohibido llevar armas en estado de ebriedad o cuando se encuentran fuera de servicio.

Fuente: Cooperativa