Ocho tripulantes de la fragata Almirante Lynch de la fueron procesados por la Justicia Naval, acusados de instalar un sistema de cámaras ocultas para espiar a sus compañeras en la intimidad de sus dormitorios. Así captaron imágenes de ellas cuando estaban desnudas.

Según señalaron las fuentes, marineros y hasta sargentos colocaron las máquinas en puntos estratégicos de la fragata para que nadie se diera cuenta. Una vez que obtenían las imágenes se las repartían por redes sociales y whatsApp.

Las víctimas fueron seis mujeres con grados que iban desde marinero primero hasta sargento segundo, que fueron grabadas mientras estaban en ropa interior o desnudas en sus habitaciones.

Un noveno involucrado fue excluido del proceso tras demostrar que no sabía nada del asunto, mientras tres fueron procesados por incumplimiento de deberes militares, pues aunque no participaron en el espionaje, tenían conocimiento de éste y no lo denunciaron, como era su obligación.

Los otros cinco, de los que uno está detenido y los demás en libertad provisional, fueron procesados por vulnerar el artículo 161 letra A del Código Penal, que sanciona delitos que vulneran la intimidad de las personas.

“Lo primero que hicimos fue desembarcar a los involucrados, que fueron detenidos inicialmente, y a las involucradas se les dio apoyo psicológico y se les ofreció la alternativa de desembarcar, pero ellas decidieron quedarse a bordo, porque obviamente entienden que es una cosa aislada y tuvieron todo el apoyo, como correspondía, del resto de sus compañeros”, indicó la Marina Chilena en un comunicado.

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