Comandos de la Armada chilena ubicaron en la zona de Quellón en la isla de Chiloé restos del fuselaje de la avioneta Piper Navajo desaparecida el pasado jueves.

Por lo menos cinco de los ocho ocupantes de la nave murieron, informó en un comunicado el Servicio Médico Legal de la aledaña ciudad de Ancud, sin confirmar la existencia de sobrevivientes.

La institución agregó que recibirá los cuerpos próximamente, una vez que puedan ser sacados de la boscosa ladera del cerro de 1.800 metros de altura en que fueron avistados.

En paralelo, el general de la Fuerza Aérea, Juan González, dijo a la televisión estatal que aún hay “esperanza de que haya sobrevivientes”.

El gobernador de Chiloé, César Zambrano, dio por hecho que es así, debido al avistamiento de banderas en la zona del impacto.

Por su parte, lugareños que avisaron de la existencia de humo a los rescatistas, agregaron que la única forma de llegar a la zona es por aire, lo que es dificultado por la persistencia de neblina.

Los ocho ocupantes del avión eran en su mayoría miembros de una familia que viajaba del poblado de Melinka a la comuna de Quellón en la Isla de Chiloé, para comprar útiles escolares.

Fuente: DPA