Son probables nuevos terremotos, pero “de magnitudes similares o un poquito superiores, no muy diferentes”, en los que la energía se liberará de forma paulatina, lo que desecha la idea de algunos sismólogos que esperaban un megaterremoto en el área, a 1.850 kilómetros al norte de Santiago, explicó el experto.

“Había varios escenarios posibles y todavía hay. Uno de los escenarios que se manejaba era que toda la zona que está catalogada como una brecha sísmica se activase en un solo terremoto. Esto ya no ha ocurrido”, declaró Barrientos a Radio Cooperativa.

Según el experto, “tenemos que tomar medida de algunos elementos en la corteza para saber cuánto se desplazó, cuánto se deformó y con ello hacer una estimación del desplazamiento”, en alusión a las placas de Nazca y Sudamericana, cuyos choques ocasionan los sismos en el extremo norte de Chile.

Sólo una vez que se logren esas mediciones, afirmó Barrientos, se va a poder saber el posible tamaño de los terremotos que ocurran en el futuro. Agregó que “independiente de las otras zonas que se puedan activar, esta región va a seguir activa con réplicas”.

“El escenario más probable es que cuando se activa una zona, ésta queda activa y van a estar ocurriendo sismos permanentes en esta región durante meses, probablemente un año, y luego se van a estar distanciando cada vez más hasta desaparecer”, concluyó.

En las doce horas siguientes al terremoto, que dio lugar a una alarma de tsunami en todo Chile, con la evacuación de unas 900 mil personas en las localidades costeras, se registraron unas 70 réplicas, con sus epicentros localizados en el mar, frente a Tarapacá.

Para el sismólogo y académico de esa universidad Mario Pardo, el terremoto del martes “podría ser” el fenómeno telúrico que los expertos esperaban para ese lugar. En tanto, el geógrafo Marcelo Lagos afirmó que “éste no es el evento (sísmico) que esperamos”.

Fuente: EFE