La periodista Carmen Aristegui afirmó tras ser notificada de la decisión que en México se está viviendo “un vendaval autoritario” y que su equipo de periodistas dará la batalla por la libertad de expresión.

Los despidos tienen “todos los vicios de haber sido planeados con anticipación, con muchos recursos y con mucho poder, por eso vamos a hablar con nuestro equipo y vamos a analizar cuál es la mejor manera de dar esta batalla, pero la daremos”, advirtió a la salida de la cadena.

“Nuestros abogados nos dicen que no tienen derecho a hacer lo que están haciendo, que vamos a dar la batalla, que es un atropello a la libertad de expresión y que hay un conjunto de irregularidades y de situaciones absolutamente denunciables”, anotó la periodista, quien ha tenido amplias manifestaciones de apoyo en redes sociales.

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En un comunicado difundido en la noche del domingo, el medio indicó que no puede aceptar el ultimátum que les dio Aristegui de reincorporar a los dos periodistas, que vincularon a MVS con Mexicoleaks, una herramienta con la que ciudadanos podrán filtrar a la prensa documentos sobre actos ilícitos cometidos por autoridades.

“Como empresa no podemos aceptar condicionamientos y ultimatos de nuestros colaboradores. El diálogo, no se atiende imponiendo condiciones, sino escuchando a las partes y tratando de alcanzar acuerdos”, afirmó.

Los dos trabajadores, señaló MVS en el comunicado, “fueron separados de sus cargos por haber comprometido el nombre de MVS, sin contar con facultades para ello y sin haberlo consultado previamente con la administración de la empresa”.

MVS lamentó la postura de Aristegui, quien no apareció en el espacio de radio, y dijo que no puede permitir que alguno de sus colaboradores “pretenda privilegios en menoscabo de sus compañeros y mucho menos que pretenda imponer a la administración condiciones y ultimatos”.

Los dos colaboradores de Aristegui que fueron despedidos participaron en investigaciones que sacaron a la luz a finales del año pasado que la primera dama de México, Angélica Rivera, había encargado a un contratista del Gobierno la construcción de una lujosa mansión en la capital mexicana.

Las críticas desatadas en torno a la residencia llevaron a Rivera, actriz de profesión, a anunciar la venta de la propiedad y al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, a hacer pública su declaración patrimonial completa.

Fuente: EFE