El vídeoreportero australiano James Ricketson viajó hacia su país tras ser deportado de Camboya dos días después de recibir un perdón real a la condena de seis años de cárcel por espionaje que le fue impuesta el mes pasado.

Imágenes distribuidas por la policía de Inmigración camboyana mostraron al documentalista esperando en una sala del aeropuerto de Phnom Penh y embarcando en el avión, en el inicio de su viaje que terminará esta noche en Sídney.

“La familia Ricketson estamos abrumados por la felicidad de tener a James a salvo y de vuelta a casa en Australia”, según expresó en un comunicado reproducido por medios australianos.

“James sigue queriendo profundamente Camboya y sigue comprometido con prestar ayuda de la manera que sea”, añadieron los familiares.

Ricketson, de 69 años, fue detenido el 7 de junio de 2017 cuando filmaba con un dron una marcha de protesta del opositor Partido para el Rescate Nacional de Camboya (PRNC), formación ilegalizada en noviembre del año pasado.

La justicia camboyana consideró que el acusado utilizó su actividad como documentalista y humanitaria para recolectar información que podría comprometer la seguridad de Camboya.

Organizaciones como Human Rights Watch denunciaron la inconsistencia de la acusación y que Ricketson fue utilizado por el gobierno camboyano como un chivo expiatorio para justificar la represión contra la oposición.

Sin la participación del PRNC, que en las elecciones de 2013 obtuvo casi la mitad de los votos, el gobernante Partido del Pueblo de Camboya se impuso en los comicios del pasado 29 de julio, donde obtuvo los 125 escaños en juego.

El perdón a Ricketson sigue a los perdones o puestas en libertad condicional de una veintena de opositores y activistas concedidos después de que el primer ministro Hun Sen renovara en los comicios el cargo que ostenta desde 1985.

(Fuente: EFE)