Lo que no ha conseguido en su tierra lo ha logrado en Albania. El expresidente de Estados Unidos, George W. Bush fue inmortalizado en el pequeño país balcánico de mayoría musulmana con una estatua colocada en Fushe Kruje, una localidad que lo acogió en 2007 como un verdadero héroe.

La figura que mide unos 3 metros, muestra al expresidente estadounidense en camisa remangada saludando con la mano izquierda desde un pedestal de piedra colocado en la plaza central que lleva también su nombre y que ha sido renovada para esta ocasión.

En su inauguración celebrada esta semana, asistió el primer ministro de ese país, Sali Berisha, que no dejó de elogiar a Bush y a los estadounidenses con quienes los albaneses dijo “están vinculados como con ninguna otra nación del planeta”.

Berisha evocó el apoyo de los EEUU a la independencia de Albania en 1912 en contra de los esfuerzos de las “potencias depredadoras europeas que hicieron todo lo posible para borrar del mapa de Europa a los albaneses, uno de los pueblos más antiguos” del continente, informó EFE.