Al menos 12 personas quedaron heridas y 27 fueron detenidas en una operación realizada por cerca de 1.650 policías para desalojar a unas 5.000 personas que habían ocupado hacía once días una planta abandonada de una empresa de telecomunicaciones en Río de Janeiro, informaron fuentes oficiales.

El desalojo ordenado por la justicia, que la policía anunció por altavoces en la madrugada poco antes de la operación, concluyó en cinco horas tras un violento enfrentamiento con los invasores, que se defendieron a pedradas e incendiaron cuatro autobuses, dos camiones, un vehículo policial y cuatro pequeñas viviendas.

Igualmente concluyó con declaraciones encontradas sobre las supuestas motivaciones políticas de la invasión, que salpicaron hasta el Mundial de fútbol que Brasil organizará en junio y julio próximo.

La planta de la telefónica Oi en Engenho Novo, un humilde barrio en la zona norte de esta ciudad brasileña, fue invadida el 31 de marzo y, en pocos días, cientos de familias ya se habían dividido las oficinas de la edificación y construido numerosos tugurios improvisados de madera en un extenso patio.

Fuente: EFE