La recta final de la caza de Dzhokhar Tsarnaev, el joven de origen checheno sospechoso de ser coautor de los atentados de Boston el pasado lunes, comenzó cuando parecía que todo empezaba a desmoronarse.

Las autoridades a cargo de su captura habían levantado el toque de queda que habían impuesto horas antes en la tarde del viernes al no dar con el sospechoso y no poder mantener paralizada el área de Boston durante más tiempo.

La persecución de los dos sospechosos, los hermanos Tamerlan y Dzhokhar Tsarnaev, comenzó en la noche del jueves cuando fue asesinado un agente de Policía en el campus del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) de Cambridge, donde iniciaron una huida en un coche robado.

En la localidad de Watertown la Policía dio alcance a los dos sospechosos y comenzó un enfrentamiento que acabó con la muerte del mayor de ellos, Tamerlan, de 26 años, mientras que Dzhokhar, de 19, se dio a la fuga.

Fue entonces cuando todas las fuerzas de seguridad participantes en la investigación, agencias federales, estatales y locales, así como cuerpos especiales, se dispusieron a peinar la zona en busca del joven, que supuestamente cuatro días antes había sido uno de los causantes de la muerte de 3 personas y de herir a otras 176 en la meta de la maratón internacional de Boston.

Las horas transcurrían mientras el pequeño municipio quedaba tomado por vehículos blindados, camiones de Policía y cientos de efectivos de seguridad sin obtener éxito.

Minutos más tardes representantes de todas las fuerzas de seguridad participantes en el dispositivo dieron una rueda de prensa en el cuartel general de la Policía de Boston, en la que confirmaron que Tsarnaev había sido trasladado al Hospital Mount Auburn, en Cambridge.

Fuente: EFE