Deborah Peters, una niña que sobrevivió a un ataque del grupo extremista Boko Haram, relató cómo en diciembre de 2011 tres miembros de la banda terrorista entraron en su casa y mataron a su padre, un pastor cristiano, y su hermano.

La menor, natural de Chibok (localidad del noroeste de Nigeria donde permanecen secuestradas más de 200 niñas), que ahora reside en Estados Unidos, compartió su experiencia por primera vez para “ayudar a las otras niñas y a la gente a entender lo que está pasando” en su país.

“Tres hombres llamaron a la puerta de casa y entraron preguntando por mi padre (…) lo sacaron de la ducha. Le preguntaron si se iba a cambiar de fe y él dijo que no. Le dispararon tres veces en el pecho”, narró Deborah en el centro de estudios Instituto Hudson, en Washington.

“Mi hermano se quedó en shock y preguntó por qué lo habían matado. (…) Dijeron que, si le dejaban, crecería y se haría pastor como mi padre, así que le dispararon dos veces en el pecho. Se cayó, pero aún se movía. Fueron hacia él y le dispararon otra vez en la boca y entonces cayó muerto”, prosiguió.

Deborah, de 15 años, que ahora cursa educación secundaria en Estados Unidos auspiciada por una fundación que apoya a las víctimas del terrorismo, recordó también que Boko Haram llevaba tiempo persiguiendo a su padre y que miembros del grupo quemaron su iglesia un mes antes de matarlo.

Peters, que afirmó que podría ser una de las niñas secuestradas si no hubiera abandonado Nigeria.

Fuente: EFE