“Gracias por vuestro amor y cercanía. Que experimentéis siempre la alegría de tener a Cristo como el centro de vuestra vida”, escribió Benedicto XVI.

En medio de lágrimas y aplausos, el Sumo Pontífice dejó el Vaticano, donde ejerció por 8 años el máximo cargo, y se dirige a Castel Gandolfo, donde estará dos meses.

El pontífice fue despedido en el Patio de San Dámaso por un piquete de la Guardia Suiza y sus colaboradores de la Secretaria de Estado. Posteriormente, abordó un helicóptero.