El presidente de EE.UU., Barack Obama, entró este viernes en el debate abierto tras la absolución de George Zimmerman por la muerte del joven negro Trayvon Martin y habló desde su propia experiencia como afroamericano en el discurso más sincero y personal sobre el racismo desde que está en la Casa Blanca.

“Cuando Trayvon Martin murió dije que podría haber sido mi hijo. Otra forma de decirlo es que Trayvon Martin podría haber sido yo hace 35 años”, afirmó Obama tras aparecer por sorpresa ante los periodistas en la sala de prensa de la Casa Blanca.

Obama emitió un comunicado tras conocerse el veredicto de un jurado de Sanford (Florida) que declaró no culpable a Zimmerman, un exvigilante blanco, de matar de un tiro a Martin en 2012, pero la de este viernes fue su primera comparecencia pública ante la creciente presión para que se involucrara en un caso que ha reabierto el debate racial en el país.

“Una vez que el jurado ha hablado, así es como funciona nuestro sistema”, argumentó Obama, el primer presidente negro de la historia de EE.UU.

Pero a continuación abogó por entender que la comunidad afroamericana ve este caso “a través de un conjunto de experiencias”, a la vez que es consciente de que “hay una historia de disparidades raciales” en la aplicación de las leyes penales.

“Hay muy pocos hombres afroamericanos que no hayan tenido la experiencia de ser perseguidos cuando estaban comprando en una tienda. Eso me incluye a mí. (…) Caminar por una calle y escuchar cómo se cierran las puertas de los coches. Eso me pasó a mí, al menos antes de ser senador”, confesó el presidente.

A su juicio, todo ello contribuye a crear la sensación de que si en el lugar de Martin hubiera estado un adolescente blanco “el resultado y las consecuencias podrían haber sido diferentes”.

Fuente: EFE