Barack Obama admitió que hay “cierto movimiento adelante” en el caso sirio, que es “una señal alentadora”, pero a la vez dice que “es demasiado temprano decir si estas propuestas serán exitosas”. “Si es ‘demasiado temprano’, ¿por qué mencionarlo?”, se pregunta la experta en Oriente Medio*Elena Supónina* en un artículo para RIA Novosti.

En ese sentido, la especialista indica que el discurso del presidente de EE.UU, hecho en víspera del 11 de septiembre, fecha muy importante para los estadounidenses, pronunció uno de sus peores discursos.

“Sin embargo, para el presidente Bashar al Assad este discurso fue casi un regalo de cumpleaños, ya que justo el 11 de septiembre cumplió los 48 años”, recuerda la experta.

Dijo también que los ataques en Siria serían limitados, pero al mismo tiempo comentó que no serían un golpe para el régimen de Al Assad. Estas frases son tan contradictorias como la idea de un Premio Nobel de la Paz que inicia guerras.

Están desilusionados los adeptos de la paz, porque Obama no ha abandonado la idea de atacar. Está descontenta la oposición siria, que contaba con la ayuda estadounidense. Están disgustados los aliados de EE.UU. en Europa, que esperaban la reacción estadounidense para decidir sobre sus propias acciones.