tenía tres años cuando apareció muerto en una playa de Turquía, recostado boca abajo, con la naturalidad del sueño de un pequeño de su edad. Esa imagen dio la vuelta al mundo y generó, como era de esperarse, conmoción. Aylan, junto con sus padres y su hermano, escapaba de la guerra desatada en Siria, sin éxito: solo sobrevivió el papá.

La imagen, la historia detrás de su muerte, la crisis migratoria en Europa que no puede, o no desea, recibir a los miles de sirios que se ven en medio de una guerra civil, engloba el padecer diario de los refugiados que se tradujo en la imagen del pequeño Aylan Kurdi.

Por supuesto que no faltaron las muestras de solidaridad, , al igual que decenas de personas que acudieron a la playa donde falleció o las muestras de dolor alrededor del mundo; pero no se trata de una tragedia aislada, al contrario, es una realidad incluso más terrible que lo visto en esa triste foto.

Así explica lo ocurrido con Aylan Kurdi el internacionalista Ernesto Velit: “Nos ha impactado la imagen del niño que apareció muerto en una playa, pero nosotros sabemos que entre los miles de muertos y ahogados en el mar, en esta larga travesía hacia un país de refugio, la mayor parte de muertes son de niños y mujeres. Ha sido la impactante imagen de este niño que ha golpeado la opinión de los europeos”.

La peor de las bromas

¿Por qué se recuerda nuevamente al pequeño Aylan? No porque haya fallecido otro niño: han muerto varios y otros muchos se han salvado en distintas playas en su afán de huir. Pero se le recuerda por la polémica y desafortunada caricatura de la revista que se preguntaba en su última edición:

“¿En qué se hubiera convertido el pequeño Aylan si hubiese crecido? En sobador de traseros en Alemania”.

Aquellos que le dieron su comprensible apoyo luego que los caricaturistas sufrieran un repudiable ataque terrorista ¿continuarán apoyándolos?

La realeza responde

La revista que suele generar odios debido a sus polémicas caricaturas, una vez más, concitó la atención del mundo, pues quienes asumieron la frase ‘Je suis Charlie’ (‘Yo soy Charlie’ en español) en sus cuentas de redes sociales y souvenirs varios, ahora se siente traicionados y en ridículo porque si en algo hay consenso en el mundo, por encima de las creencias religiosas, es que no se debe burlar de un niño, mucho menos si perdió la vida de forma tan trágica.

Respuestas han habido varias, pero la que sin duda llamó la atención de los medios internacionales fue la de la princesa de Jordania, Rania, quien publicó en sus cuentas de Twitter y Facebook una caricatura a modo de respuesta, donde hace la misma pregunta que Charlie Hebdo, pero difiere en la respuesta:

“¿En qué se habría convertido el pequeño Aylan si hubiese crecido? Aylan habría podido convertirse en un doctor, un profesor o un padre afectuoso”.

El dibujo estuvo a cargo del caricaturista jordano Osama Hajjaj y fue publicado en árabe, inglés y francés. Una respuesta alturada para una revista que gusta ser polémica, pero que en esta ocasión fue demasiado lejos.