Maggie, una perrita de raza kelpie australiana que vivía en el pueblo de Woolsthorpe, murió el pasado lunes 18 de abril a los 30 años de edad.

Pese a que no contaba con el reconocimiento oficial de los récord Guinness, Maggie puede ser considerada como la perra más vieja del mundo, ya que el único récord mundial del que se tiene registro es de Bluey, un perro de la misma raza que murió en 1939 a los 29 años de edad.

Su delicada condición de salud la llevó a dormir la mitad del día en sus últimos años.

Sin embargo, de acuerdo a su dueño, Maggie aún conservaba su vitalidad y era feliz.

“Tenía 30 años pero todavía se movía bien y era feliz. Andaba desde la casa hasta el establo y perseguía a los gatos y les gruñía”, dijo Brian McLaren, dueño de la perrita.

“Estoy muy triste, pero me alego de que haya tenido la vida que tuvo y también por la manera en la que se ha ido”, agregó.