“Apasionada y muy profesional”, así calificaban sus compañeros a , una enfermera de Melbourne, , quien hizo noticia al asegurar que los rastros de droga que le encontraron en el organismo luego de una prueba sorpresa en el hospital donde trabajaba no “le pertenecían”, sino que se “las pasó” un compañero con el que tuvo sexo sin protección”.

En noviembre del año pasado, Tara Seymour, de 30 años, fue elegida para realizar una prueba toxicológica sorpresa en su centro de trabajo. Los resultados indicaron que tenía rastros de cocaína en su organismo. Inmediatamente fue separada y sometida a un proceso disciplinario en el hospital.

En su defensa, la enfermera contó que horas antes de la prueba había mantenido sexo con otro médico que era adicto y sudaba mucho y a su parecer, este le había pasado las sustancias por su semen.

La mujer agregó que era probable que la droga siguiera en su organismo porque después de su jornada de sexo no orinó ni se bañó.

Ante la insólita explicación de Seymour, la patóloga Julia Chang señaló que era “altamente improbable” esa versión, pues se requeriría de un litro de semen o de transpiración excesiva para que los resultados fueran similares a los hallados en el cuerpo de la acusada.

El caso de Tara Seymour todavía sigue en el tribunal disciplinario, mientras tanto ella sigue suspendida y sometida a diversas pruebas sorpresa.

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