Como se recuerda, el primer ministro australiano Tony Abott, instó el último martes a la ciudadanía a mantenerse al tanto de lo ocurre, debido a la posiblidad de un ataque en Navidad y en las festividades por el Año Nuevo.

A pesar de este llamado, muchas personas salieron a las calles para celebrar esta fiesta cristiana y que está bastante difundida en todo el mundo.

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Las declaraciones del primer ministro de Australia surgen después de que un clérigo musulmán de origen iraní secuestrase a 17 personas en una cafetería del centro de Sídney, el pasado 15 de diciembre.

El secuestro acabó el mismo día con la intervención de los cuerpos de seguridad y la muerte del secuestrador y dos rehenes.

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Familiares, amigos, autoridades y personalidades celebraron una despedida en la iglesia de St. Stephen de Sídney a las víctimas del secuestro: la abogada Katrina Dawson, madre de tres hijos, y el trabajador Tori Johnson.

Johnson se ha convertido en un héroe inesperado para los australianos porque se enfrentó al secuestrador e intentó arrebatarle la pistola.

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El autor de secuestro fue Man Haron Monis, un radical iraní con un historial de violencia que llegó en 1996 a Australia, donde le fue concedido asilo político y cambió su nombre original, Manteghi Bourjerdi, por el actual y adoptó el apelativo de jeque Haron.

Fuente: EFE / Agencias

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