En China un suceso ha indignado a todo el país. Un hecho lamentable, terrible, irritante por donde se le mire. Una madre de familia, absorta en su aparato móvil, dejó libre a su pequeña hija en un estacionamiento y fue arrollada. Todo fue grabado por una cámara de seguridad y luego publicado en YouTube, lo que masificó la cólera.
La pequeña tenía tan solo dos años. Se adelanta y su madre camina detrás observando la pantalla de su celular, en ese momento una camioneta arranca y la arrolla. Para cuando llegó la ambulancia, la pequeña ya había perdido la vida. A todas luces, un mortal descuido.
Sin embargo, lo que ha sucedido en China no es un caso aislado en el país. Muertes similares se han registrado por la irresponsabilidad de los padres que descuidan a sus hijos. La fiscalía de la provincia de Shandong ha descrito este suceso como “desgarrador” y ha realizado un pedido enfático: “Baja tu teléfono. ¡Salva a los niños!”.
Si YouTube se ha inundado de videos con accidentes producidos por descuidos de los padres, muchos de estos tiene como factor vinculante los teléfonos móviles. Así lo resume El Mundo: “En 2014, la Policía de Shanghai declaró que casi un 30% de los 690 accidentes de tráfico con víctimas registrados entre enero y octubre de ese año fueron causados por personas que estaban llamando o escribiendo un mensaje mientras conducían”. Cifras preocupantes, sin duda.