Desde el Proyecto Manhattan, llevado a cabo por Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, han sido varios los países que probaron todo tipo de bombas atómicas en lugares remotos del planeta.

El tratado de prohibición de ensayos nucleares acabó con esta lamentable práctica, al menos para los países que lo firmaron.

Estas imágenes, tomadas en su día con fines científicos, son el siniestro legado que recuerda un pasado que no se debería repetir.