El exarzobispo de la archidiócesis eslovena de Maribor, Franc Kramberger, quien durante dos décadas no dudó en emitir películas de carácter pornográfico en la televisión local, fue invitado a dimitir por la Conferencia Episcopal de Eslovenia.

Kramberger recibió una visita apostólica en 2010 ordenada por el papa Benedicto XVI donde se confirmó que él era accionista de la empresa que difundía los videos porno y que además esta se encontraba en la quiebra.

Según los cálculos del Vaticano, la deuda financiera asciende a más de 800 millones de euros, cifra equivalente al 2 por ciento del PBI. Además, 30 mil inversores perdieron su dinero confiando en el entonces arzobispo esloveno.