El último oso polar que quedaba en Argentina, conocido como “el animal más triste del mundo” y que tenía 31 años de edad, murió este domingo en el Zoológico de Mendoza, informaron las autoridades locales.

De acuerdo a un comunicado, “Arturo” (así se llamaba el animal) sufrió un desbalance hemodinámico, lo que conllevó a una descompensación multisistémica.

“Arturo” tenía una edad por encima del promedio para la especie. En hábitat natural, esos animales pueden vivir hasta los 20 años, pero encerrados pueden llegar a los 26.

Las autoridades locales ya venían acompañando al oso desde el viernes. Incluso, tenían en mente la posibilidad de dormirlo para evitar que sufra. Finalmente, murió este domingo, de acuerdo a la CNN.

Los medios de comunicación calificaron a “Arturo” como “el animal más triste del mundo” y mostraron imágenes sobre la difícil situación de los osos polares frente al calor, que alcanzaba los 40 grados, en el zoológico argentino, por lo que se realizó una campaña a nivel mundial para su traslado.

Ante la presión mediática, el zoológico logró mejorar las condiciones de habitabilidad para “Arturo”, quien incluso logró reponerse, pero conforme avanzaba el tiempo, la edad comenzó a impactar en su estado.

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