Un cliente del mercado donde trabaja Iván Matajudíos alertó a las instituciones judías argentinas al ver el apellido impreso en un recibo de compra.

El asunto generó cierta confusión debido a que los dirigentes judíos lo interpretaron en principio como un mero hecho de discriminación.

El vicepresidente 1º de la DAIA, Waldo Wolff, informó que se reunió con el joven, quien le presentó la documentación que acredita que efectivamente porta ese apellido por lo que el representante admitió que “evidentemente, no se trata de un acto de antisemitismo”.

Sin embargo, agregó, “hemos constatado un hecho insólito: se trata de un hombre de nacionalidad colombiana que tiene un pasaporte extranjero y un DNI argentino expedido el 1 de noviembre de 2013, donde claramente aparecen sus dos apellidos, uno de los cuales es Matajudíos (y el segundo, Galindo), razón por la cual entramos en una nueva instancia, que es tratar de analizar qué pasa con un caso de esta naturaleza, que recién nos enteramos de que existe en la Argentina”.