Gracias a esta resolución judicial, a la que se llegó tras presentarse un hábeas corpus, una orangután llamada Sandra, residente del zoológico de Buenos Aires, está a un paso de conquistar la libertad después de pasar en cautiverio toda su vida.

El tribunal le ha reconocido los derechos como persona no humana que está privada ilegalmente de la libertad. Esta sentencia, dicen los expertos sienta un precedente y podría provocar más aperturas de jaulas.

Fue la Cámara de Casación, segundo tribunal de justicia de Argentina, el que admitió y reconoció el recurso a favor del simio presentado por la Asociación de Funcionarios y Abogados por los Derechos de los Animales (AFADA).

En esta ocasión, los abogados amigos de los animales argumentaron que Sandra es una persona no humana ya que mantiene lazos afectivos, razona, siente, se frustra con el encierro, toma decisiones, posee autoconciencia y percepción del tiempo, llora las pérdidas, aprende, se comunica y es capaz de transmitir lo aprendido. Y, por consiguiente, consideraron que al estar encerrada en el zoológico sufre de privación ilegal de la libertad.

“A partir de una interpretación jurídica dinámica y no estática menester es reconocer al animal el carácter de sujeto de derechos, pues los sujetos no humanos (animales) son titulares de derechos, por lo que se impone su protección en el ámbito competencial correspondiente”, señala el fallo.

El futuro destino de Sandra sería una reserva natural en Brasil, si es que sus poseedores no presentan una apelación.

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