Dos jóvenes impidieron que un atacante suicida del Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés) entrara en una mezquita chií en Arabia Saudí, el viernes. En el proceso, lamentablemente perdieron la vida, pero lograron salvar a cientos más.

Como el ingreso para la mujer fue cerrado, el terrorista intentó entrar por el otro lado, pero fue detenido por los dos jóvenes que estaban manejando la entrada.

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Como no pudo entrar, detonó la bomba 5 metros fuera de la mezquita, matándose a sí mismo, a estos dos jóvenes y a otro transeúnte no identificado.

Uno de los jóvenes, Saeed, acababa de regresar de estudiar de Estados Unidos y se había casado apenas unos días antes de este incidente.

El otro hombre, Mahoma, estaba de luto por la muerte de su madre.

Los dos jóvenes siempre serán considerados héroes, grandes pérdidas que serán respetadas por siempre.