Aunque desde un principio la Administración de Estados Unidos negó las acusaciones de espionaje y lo desvinculó de cualquiera de sus agencias de inteligencia, Alan Gross, detenido en la isla en 2009, fue condenado a quince años de cárcel.

Nacido en Nueva York el 2 de mayo de 1949, Gross estudió en la Universidad de Maryland y en la Virginia Commonwealth University. Durante más de 25 años, llevó a cabo una amplia trayectoria profesional en el campo del desarrollo internacional en más de 50 países de Oriente Medio, África y Europa.

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Así, trabajó en proyectos en la comunidad minera de Balchistán (Pakistán) y con los palestinos de la franja de Gaza y Cisjordania, así como en iniciativas agrícolas en Azerbaiyán y Bulgaria.

Tras su condena a 15 años de prisión en 2011, Gross y su esposa demandaron a Estados Unidos y a la empresa DAI ante un tribunal federal en Washington por no haberle advertido de los riesgos de viajar a Cuba para participar en el proyecto.

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Presentaron una segunda demanda en un tribunal federal de Maryland contra la aseguradora Federal Insurance Company, por no cumplir con sus obligaciones de cubrir ciertos gastos y otras pérdidas por su arresto en Cuba.

La querella contra DAI se cerró con un acuerdo confidencial en mayo de 2013, mientras que la demanda contra el Gobierno la perdió Gross en 2014.

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Su esposa emprendió numerosas acciones en Estados Unidos para solicitar su puesta en libertad, como instar a la Casa Blanca a que interviniera en el caso, al tiempo que el Senado de EE.UU aprobó una resolución en la que reclamaba su liberación.

En abril pasado, Gross inició una huelga de hambre para pedir su excarcelación, coincidiendo con la revelación de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional de que había mantenido una red social en Cuba a través de teléfonos móviles.

Fuente: EFE