El hispano que presuntamente disparó contra la Casa Blanca fue acusado este jueves de intento de asesinato del presidente Barack Obama o de miembros de su personal. Los fiscales afirmaron que el acusado dijo que Obama era “el diablo” y que necesitaba matarlo.

Óscar Ramiro Ortega Hernández, de Idaho Falls, compareció el por primera vez en la corte ante una magistrada federal en Pittsburgh, un día después de haber sido arrestado en un hotel del oeste de Pensilvania.

Según un documento de la corte publicado después de la audiencia, las autoridades encontraron nueve cartuchos de bala percutidos en el automóvil de Ortega, el cual fue abandonado cerca de la Casa Blanca.

Una persona que lo conoce dijo posteriormente a los investigadores que él estaba cada vez más perturbado con el gobierno federal y estaba convencido de que éste conspiraba en su contra, señala el documento. Otras personas dijeron a los investigadores que Ortega había dicho que Obama era “el anticristo” y el “diablo”. Supuestamente Ortega dijo además que “necesitaba matar” al presidente.

CON GRILLETES EN LOS TOBILLOS

Ortega, de 21 años, estuvo sentado en silencio mientras comenzaba la audiencia, con las manos libres pero con grilletes en los tobillos. Se limitó a responder “sí, señora” cuando se le preguntó si comprendía que sería trasladado a Washington.

Las autoridades dijeron que un hombre vestido de negro detuvo su automóvil cerca de la Casa Blanca la noche del miércoles y efectuó disparos de fusil que resquebrajaron una ventana en la residencia de la familia presidencial. En ese momento Obama estaba de viaje.

La policía arrestó a Ortega el pasado miércoles en Pensilvania después que un empleado del hotel donde se hospedaba reconoció su fotografía. El había sido reportado como desaparecido por su familia desde el 31 de octubre.

Fuente: El Comercio