A cinco años y cuatro meses de la muerte del exdictador Augusto Pinochet, la justicia chilena ha abierto el testamento del dictador. Sin embargo, como muchos vaticinaban, el documento no poseía nuevos nombres, por lo que los miembros del Consejo de Defensa del Estado van a pedir a la justicia chilena que se revele el anterior testamento, elaborado en el año 2000.

En el testamento que Pinochet modificó en 2005, cuando la justicia chilena comenzó a investigar a la familia por una supuesta apropiación indebida de fondos del tesoro público, sólo aparece un cambio de albacea, (el encargado de cumplir la última voluntad y custodiar los bienes de una persona fallecida), que reemplazó a Óscar Aitken por Julia Hormazábal. Por lo tanto, aún se desconocen los nombres de los herederos, aunque por ley, los primeros serían su viuda, Lucía Hiriart, e hijos.

La titular del Tercer Juzgado Civil de Santiago, Soledad Araneda, había citado al notario Eduardo Avello y a los dos testigos presentes el día en que el exgeneral firmó el documento en su casa de La Dehesa, Jorge Aguilera y Carmen Carmona, amigos de la familia. El reloj marcaba las 9:17 horas de la mañana.

La familia del exgeneral es procesada desde 2006 por la supuesta apropiación indebida de millones de dólares del tesoro público.

Una investigación del Congreso de Estados Unidos sobre el lavado de dinero en ese país, El Caso Riggs, puso de manifiesto que Augusto Pinochet modificó su testamento antes de morir, en el año 2005. Hasta el momento figuraba en manos de la justicia chilena la primera versión del testamento, fechada en el año 2000, anterior al inicio de las pesquisas judiciales.

La primera versión del testamento y el caso Riggs

En el primer documento, de tres carillas y en manos de la notaría Humberto Quezada Moreno, el exgeneral repartía entre sus familiares media docena de propiedades que poseía en diferentes regiones de Chile. Sus capitales estaban depositados en el Banco Riggs de Estados Unidos y en diferentes entidades financieras caribeñas, a nombre de sus familiares y de otros 27 personajes falsos.

Todos los inmuebles fueron embargados en el marco del caso Riggs, que le costó a Pinochet el desafuero por malversación de caudales públicos provenientes del uso de gastos reservados, que se estimó en su momento en 2.056.840 millones de dólares.

Fuente: Elmundo.es