Según el último balance, facilitado por el ministro de Interior, Idris Naim Sahin, un centenar de personas perecieron en la provincia de Van y 117 en el distrito de Ercis.

La situación es más grave en Ercis, donde se desplomaron varios edificios residenciales, había explicado con anterioridad el primer ministro Recep Tayyip Erdogan después de visitar la zona damnificada, donde miles de personas abandonan la región por temor a las réplicas.

El director del Instituto sismológico de Kandili, en Estambul, Mustafá Gedik, había cifrado el número de fallecidos por el sismo en “entre 500 y 1.000”. La Media Luna Roja se movilizó para enviar tiendas y personal a la zona siniestrada.

El canal NTV informó que sólo en Ercis había cerca de un millar de heridos. El ejército participaba en las tareas de búsqueda de supervivientes bajo los escombros de los edificios derrumbados, según informó AFP.

El viceprimer ministro Besir Atalay precisó por su parte que unos cuarenta inmuebles se derrumbaron en Van, una provincia ubicada en el extremo este de Turquía, a más de 1.200 kilómetros al este de Ankara, y habitada mayoritariamente por kurdos. Varias personas se encontraban sepultadas bajo los escombros.