El teniente Howard Bischoff, de 58 años, y los bomberos Robert Leaver, de 56, y Daniel Heglund, de 58, murieron el lunes con pocas horas de diferencia, al parecer por el polvo tóxico emitido cuando cayeron las torres del World Trade Center.

Los fallecimientos son “un doloroso recordatorio de que 13 años después seguimos pagando un precio terrible por los heroicos esfuerzos de los bomberos”, dijo el comisionado de bomberos, Daniel Nigro, en un comunicado.

A miles de personas que ayudaron en las labores de rescate y recuperación, les diagnosticaron enfermedades respiratorias y otros problemas de salud en los años que siguieron a los atentados. Pero el cáncer sigue siendo el mayor temor.

Cientos de rescatistas han padecido cáncer en los 13 años transcurridos desde los ataques, pero médicos e investigadores no están seguros de que haya un vínculo entre esas enfermedades y el 11 de septiembre.

El Congreso ha asignado 2.780 millones de dólares a compensar a las personas con enfermedades relacionadas con los ataques. Los administradores del fondo de compensación han incluido la mayoría de los tipos de cáncer en la lista de males que cumplen los requisitos para que las víctimas reciban compensación.

El Departamento de Bomberos de Nueva York perdió a 343 bomberos el 11-S. El departamento tiene un monumento conmemorativo para otros 89 bomberos que se presume murieron por enfermedades relacionadas con ese día.

Fuente: Infobae.com