Un grupo de mujeres decididas y una carretera intransitable terminaron convirtiendo la vida sexual de un pequeño municipio del pacífico colombiano en un asunto de estado.

Pero más de tres meses después de haber iniciado una “huelga de piernas cruzadas” las mujeres y hombres de Barbacoas, departamento de Nariño, están celebrando el inicio de las obras de reparación de la vía que une al municipio con la capital departamental, Pasto.

Esta no es la primera vez que las mujeres colombianas recurren a una huelga de sexo como forma de protesta: en el año 2006 las compañeras de algunos pandilleros que operaban en el departamento de Pereira se declararon dispuestas a no tener más relaciones sexuales a menos que estos dejaran las armas.

Pero la estrategia no deja de ser efectiva, pues a la ceremonia de inicio de los trabajos de la carretera a Barbacoas acudieron el alcalde municipal, el gobernador de Nariño y hasta el propio ministro de Transporte, en representación del presidente Juan Manuel Santos.

“Estamos muy contentos, pero esto nada más es un principio y se dice que el final es lo más rico, lo más delicioso”, le dijo a BBC Mundo Maribell Silva, una de las organizadores de la protesta, en la que participaron casi trescientas barbacoanas y hasta algunos hombres.

Fuente: BBC Mundo