Durante casi tres años, entre 1931 y 1934, el dúo criminal de Bonnie Parker y Clyde Barrow recorrió el sudoeste americano sembrando el terror. La banda de Texas liderada por el exconvicto Clyde Barrow atraca bancos, pero se especializa en el robo de pequeños establecimientos y gasolineras rurales.

La prensa se hace eco de las hazañas delictivas de la banda criminal y publica fotos halladas en un escondite abandonado por la pareja, en las que ambos aparecen en poses interesantes, fumando un cigarrillo con natural elegancia.

Bonnie conoció a Clyde en casa de unos amigos comunes, la víspera de Reyes de 1930. El flechazo fue instantáneo. Tenían 19 y 21 años. Bonnie se había divorciado de un asesino encarcelado con quien se casó a los 15 años, Clyde era soltero y había sido detenido ya en dos ocasiones. Un tercer robo le llevaría a prisión tres meses después.

Durante su reclusión comete su primer asesinato: Otro recluso que lo había violado en repetidas ocasiones. En febrero de 1932 sale en libertad condicional convertido en un hombre ávido de venganza contra el sistema penitenciario.

Clyde forma una banda con la que inicia su carrera delictiva. Realiza pequeños robos con el objetivo de reunir el dinero suficiente para lanzar una incursión de liberación contra la que fue su prisión, Eastham.

Sin embargo, la opinión pública acaba condenándolos por el asesinato de dos policías de tráfico el Domingo de Pascua de 1934. Un testigo presencial declara que a los agentes no se les permitió siquiera sacar sus armas, siendo Bonnie la autora del tiro de gracia.

Cinco días después, el 6 de abril de 1934, un agente de policía cae mortalmente herido en Miami y un jefe del cuerpo es secuestrado y herido. El Dallas Journal publica una caricatura en su página editorial en la que aparece la silla eléctrica de Texas vacía, y junta a ella un cartel reza: ’Reservado para Bonnie y Clyde’.

El FBI se halla tras la pista de la pareja de proscritos. El 13 de abril, un agente obtiene información sobre un futuro viaje de la pareja al hogar de los Methvin, padres de otro de los delincuentes que se les había unido, Henry Methvin.

Antes del amanecer de ese día, un pelotón de seis oficiales de policía de Louisiana y Texas, al mando del ranger Frank Hammer, les espera oculto tras la maleza de la carretera. Clyde detiene su Ford V8 robado, para hablar con el padre de su compañero Henry Methvin y reanuda su marcha a menor velocidad.

Los agentes, sin mediar palabra, abren fuego contra la pareja descargando los cargadores de sus escopetas, fusiles y pistolas. Disparan 167 proyectiles en total. Continúan su mortal descarga incluso después de que el coche se ha detenido.

Efectuado el último disparo, se acercan al vehículo. Los cuerpos de los amantes se hallan destrozados, cada uno de ellos ha recibido más de 40 balazos. En su interior encuentran varias armas de fuego, matrículas de automóvil y un saxofón. Pese a que ambos deseaban ser enterrados juntos, la madre de Bonnie lo impidió.

Fuente: lavanguardia.com