En un entorno cambiante con retos nuevos e inesperados siempre presentándose, la agilidad debe ser parte importante de hacer un trabajo mejor y en un equipo no lo es menos. Que el líder consiga este valor será fundamental para el buen rendimiento de cualquier equipo.

1. Tener la mente abierta

Para desarrollar la agilidad es importante observar, leer, preguntar, escuchar y aprender. Es decir, debes tener la mente abierta tanto para aprender nuevas habilidades como para explorar nuevos conocimientos; así como también para aprender lecciones a partir de toda la gente que te rodea.

2. Fortalecer tu formación

La formación básica no es suficiente para un gran líder, esta es tan solo la base. Aquellos que pretendan convertirse en los mejores líderes deben ser capaces de perfeccionar las habilidades existentes y profundizar el conocimiento existente. Recuerda que el aprendizaje es un proceso que nunca termina.

3. Desbloquear la intuición

Una de las mejores estrategias para mejorar la velocidad de liderazgo es dejar de analizar todo, para darle más rienda suelta a la intuición. Esta última cualidad consiste en la capacidad de tomar decisiones rápidas basándose en la información disponible.