Balancear el trabajo con la profesión de ser mamá no es nada fácil. Por eso hoy queremos hacerte la vida un poco más sencilla al dejarte estos cinco consejos para madres trabajadoras.

Dejar atrás la culpa

Empecemos por entender que ser madres no necesariamente significa dejar atrás todo por lo que alguna vez luchaste. En vez de pensar que no estás pasando suficiente tiempo con tus hijos, piensa en las oportunidades y la calidad de vida que le estás brindado gracias a tu trabajo.

Además, les estás inculcando un modelo de madre guerrera que sale adelante por sus hijos.

Priorizar

Muchas madres cuando llegan a sus hogares, lo primero que hacen es organizar la casa y hacer aseo, en vez de compartir tiempo con sus hijos, ayudarlos en las tareas de la escuela o preguntarles cómo estuvo su vida.

Un hogar limpio es importante, pero el tiempo valioso en familia lo es más. Por eso, en vez de limpiar la casa todos los días, hazlo cada dos días o contrata a alguien que lo haga dos veces por semana, así podrás dedicarle más tiempo a los chiquitines de la casa.

Organizar

Trata de dejar la mayor cantidad de cosas listas desde la noche anterior, como elegir la ropa que usarás y el uniforme de tus hijos, dejar lista la lonchera y el bolso.

También, levántate cada mañana una hora antes de despertar a tus hijos, así tendrás tiempo para organizarte tú primero, ultimar detalles de tu día de trabajo y de paso tener el desayuno listo.

Los calendarios sobre la nevera son buena idea. Ahí puedes organizar fechas en que se vencen recibos, exámenes de la escuela, la reunión con el jefe, cumpleaños del tío y quién recoge a los niños el viernes.

Delegar

Hay actividades del día a día en las que importa el resultado, no el proceso, por ejemplo, pagar recibos, comprar útiles de los niños o hacer mercado. En esos casos no te mortifiques y delega. Págale a un mensajero de confianza para que cancele las facturas o pídele a un familiar que compre el cartón paja que tu hijo necesita para su clase de dibujo.

Papitos al rescate

Otro estigma que se ve en la sociedad es que los padres no ayudan. Por eso, involucra a tu pareja poco a poco, delegando tareas que alivien tu carga hasta que las responsabilidades de ambos sean 50/50.

Por ejemplo, deja que bañe a los niños, no los va ahogar, o que los vista, sin importar si no supo combinar las prendas. Recuerda, lo importante es el resultado, no el proceso.

Fuente: Elmeridianodesucre.com.co