Estos secretos a continuación no puedes esconderlos de tu jefe.

Secreto 1: Muéstrese como es

Comience por ser explícito sobre lo que se denomina como ‘color primario’, que es la intersección de sus puntos más fuertes y sus más grandes intereses, explica Rick Smith, colaborador de Forbes.

No deje nada a las especulaciones. Comparta con su jefe sus fortalezas e intereses y trabaje con él para definir un papel donde éstas características se pueden aprovechar a diario.

Secreto 2: Exprese sus expectativas salariales

Satya Nadella, CEO de Microsoft, provocó una avalancha de reacciones negativas en octubre de 2014 cuando dijo a las mujeres que debían sentarse y esperar que “su salario se haga cargo de sí mismo”.

Si empieza con un “págueme más y voy a trabajar más duro”, lo más probable es que no dure en ese trabajo. Por el contrario, intente con un “estas son mis ambiciones, así es como me gustaría ampliar mi rol y lo que creo que puedo ofrecer, y a su vez así es como espero que mi compensación cambie con el tiempo”.

Secreto 3: Revele qué hay en su BHAG

El término “BHAG” (Big Hairy Audacious Goal – Objetivo Audaz Grande y Peludo) ha sido usado desde hace unos 20 años. Fue introducido por los autores James Collins y Jerry Porras en su libro de 1994 “Built to Last: Successful Habits of Visionary Companies”.

Quizás usted se preocupa de que su jefe vaya a percibir que quiere arrebatarle su trabajo. Sin embargo, es mucho más común que su jefe vaya a querer que usted tenga éxito en sus metas a largo plazo. Diversos estudios han demostrado que el desarrollo a largo plazo de los empleados es una de las actividades más gratificantes para los líderes. Sea franco acerca de sus ambiciones y haga que su jefe se involucre en su BHAG para que lo ayude a lograrlo.

Secreto 4: Comparta su experiencia hasta dejar la posta a otros

Un secreto que también merece salir del armario es que su objetivo es llegar a ser redundante en su actual trabajo. Para llegar a ser ejecutivos de primer nivel, muchos han tenido que preparar a sus reemplazos en cada posición que tenían previamente.

El pesimista en el trabajo teme que si capacita demasiado a su equipo, será vulnerable a que lo despidan. El optimista se da cuenta (y con razón) que el desarrollo de los demás es un requisito previo para obtener un ascenso.

Sheryl Sandberg sugirió en su libro “Lean In” que revelar este secreto puede ser particularmente difícil para las mujeres, que tienden a tener menos confianza en sus habilidades. “Mujer u hombre, si este es tu caso, supéralo. Comience a trabajar en las habilidades que necesita para su próximo ascenso, y empiece a transmitir las habilidades que usted domina a los demás. Dejar la posta a otros es casi siempre percibido como un signo de un gran líder”.

Para más información, haga click aquí.

Fuente: Gestion.pe