El matemático peruano Harald Helfgott ha ganado fama en el mundo luego que en el 2013 resolviera un : la llamada “conjetura débil de Goldbach”. Ahora una revista científica de prestigio informa sobre su nuevo estudio que revolucionará el mundo de la informática.

La publicación informa que el matemático peruano propone unir los avances de la informática a la criba de Eratóstenes.

Así informa esta publicación científica:

“Helfgott, de 38 años, se remontó incluso más atrás en el tiempo y concibió una versión mejorada de la “criba de Eratóstenes”, un popular método para encontrar números primos que se formuló en la antigua Grecia hacia el año 240 a.C. La variante propuesta reduce el requerimiento de espacio físico en la memoria de computadoras, lo cual podría reducir el tiempo de ejecución de programas destinados a hacer ese cálculo”.

para mejor entendimiento

Se trata de una técnica que hemos visto todos en la escuela para hallar primos dentro de un conjunto de números: escribir las cifras e ir descartándolas, primer los múltiplos de dos —salvo el dos—, luego los de tres, de cuatro y así sucesivamente. Finalizado el proceso, quedarán solo los números primos.

Este gráfico te ayudará a refrescar la memoria:

lo que se desea el matemático peruano

El mayor número primo que se conoce tiene 22 millones de dígitos y para los humanos es una tarea imposible calcular los primos en ese gran margen, por ello las computadoras nos facilitan dichos cálculos a una velocidad sumamente superior.

Esta tarea sería sumamente complicada incluso para la memoria de una computadora, por lo que el matemático peruano Harald Helfgott ha propuesto hacer una serie de modificaciones a la criba de Eratóstenes, utilizando a su vez la memoria caché del ordenador, que es más reducida, pero mucho más rápida que la RAM.

Esto asegurará que un conjunto de números de tamaño N se reduciría a la raíz cúbica de N, haciendo mucho más sencillo todo el proceso.

Así finaliza la revista con el reportaje al peruano:

“Existen otras cribas o algoritmos para identificar números primos. Pero Helfgott enfatiza que una virtud diferencial de la criba de Eratóstenes es que, además, permite realizar otras operaciones matemáticas, como la factorización: una técnica que descompone cualquier número en el producto de números primos y es la base de los procedimientos criptográficos para codificar información de manera segura. Por ejemplo, para la realización de transferencias bancarias electrónicas o el uso de tarjeta de crédito para compras online. ‘Factorizar se ha vuelto un elemento clave de la civilización contemporánea’, subraya Helfgott. Eratóstenes jamás lo hubiera imaginado”.