Mónica Abarca (23) es una ingeniera mecatrónica que desarrolló un proyecto, que forma parte de su tesis de pregrado, el cual consistió en hacer un dron y darle una aplicación distinta a la de tomar videos o fotografías: Es capaz de medir diversos niveles de contaminación en el aire.

“En un principio investigamos en el sector minero, que es el más fuerte en el país, y no había una regulación eficiente de los contaminantes. Se obliga a las empresas mineras a que construyan estaciones fijas de monitoreo pero la ventaja de un dron es que puede moverse y cubrir un área más amplia. Además, pueden volar hasta 500 metros, mientras que las estaciones solo llegan a 15 metros”, menciona Mónica.

Ella agrega que otra ventaja del dron es que si bien para su tesis tendría aplicación para el sector minero, puede usarse también para medir la contaminación de las ciudades, campos agrícolas, etc.

El dron pesa 3 kilos y medio y tiene algunas partes que fueron hechas en la impresora 3D de VEO, el resto es de aluminio. Además, mide cinco contaminantes: Ozono, monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre y sulfuro de hidrógeno.

El segundo prototipo, que se encuentra en la fase de diseño, pesará tan solo 2 kilos y medio, lo cual le dará una autonomía de 30 minutos de vuelo y llegará a 5 mil m.s.n.m., altura en la que se encuentran las minas.

Este proyecto le ayudó a ganar la Competencia de Impacto Global – Perú 2015, cuyo premio es una beca para la Universidad Singularity, en el Centro de Investigaciones de la NASA. El próximo 13 de junio, ella estará viajando a Silicon Valley en California (Estados Unidos), para realizar un programa de posgrado durante 10 semanas.

Fuente: Puntoedu.pucp.edu.pe