Chade-Meng Tan, uno de los primeros ingenieros de Google que se unió al gigante tecnológico en 2000, dejó de trabajar en la mejora del motor de búsqueda para desarrollar la inteligencia emocional y promover el bienestar entre sus colegas, y en todo el mundo.

Esta tarea le pareció tan esencial, que incluso convenció a sus jefes que le permitieran organizar un curso dentro de Google, y en 2008 se trasladó al departamento de Recursos Humanos dentro de la compañía, después de lo cual publicó un libro superventas y organizó presentaciones de sus ideas.

“La descripción de mi trabajo se resume en estas siete palabras: ’Ilumina mentes, abre corazones, crea la paz mundial’”, dice Chade-Meng Tan en una de sus presentaciones, citado por ‘Daily Trojan’.

Los dos aspectos principales en los que se concentra su trabajo son “el aumento de la paz interior, la alegría interior y la compasión por el mundo” y la necesidad de hacer “mil millones de actos de la paz”. Según explicó, los tres pasos a seguir son:

1. Calmar la mente: Es el primer paso e implica, en particular, hacer pausas durante el día y hacer caso a nuestra respiración. El yoga puede resultar útil, tanto sus prácticas respiratorias, como en la meditación. Pero a quienes todo eso le parezca demasiado difícil tienen otra salida: Simplemente intentar no pensar en nada durante un rato.

2. Fijarse en lo bueno: La gente suele recordar los momentos malos que le ocurrieron durante el día, y lo que tiene que hacer es justo lo contrario. Al final del día a uno le tiene que quedar la sensación de que el día fue bueno, impidiendo que los recuerdos malos prevalezcan sobre los buenos. Para ello en cada momento alegre o placenter hay que decirse a sí mismo: “estoy viviendo un momento de alegría”. De esta forma, estos momentos se recuerdan más y no pasan desapercibidos.

3. Desear la felicidad a los demás: Literalmente, hay que desear a los demás que sea feliz, no solo diariamente, sino incluso más a menudo. A la gente le gusta hacer cosas buenas, y por eso se recibe mucha más alegría después de dar algo bueno, que después de recibirlo.

Fuente: Actualidad RT