Está bien sentir celos y envidia de vez en cuando, sobre todo en un ambiente tan competitivo como tu trabajo. Pero la clave para asegurarse de que tales sentimientos no envenenen tu vida es ver la situación como una experiencia de aprendizaje y crecimiento.

1. Aprende de la experiencia

Pon a un lado el sentimiento negativo hacia los ascensos de tus compañeros, por ejemplo, y mejor piensa en lo que hizo para ser promovido. ¿Podría ser que hizo un mejor trabajo y se vinculó con las personas adecuadas?

Jugó mejor que tú, así que ¿qué puedes hacer tú de manera diferente en el futuro para tener un mejor resultado? Esta situación te da la oportunidad de aprender algo nuevo, por lo que debes considerarla como algo beneficioso para tu crecimiento.

2. Aléjate de los desencadenantes

Si te enferma de envidia hablar con Maggie, por ejemplo, procura evitarla un poco hasta que puedas ver la situación desde una perspectiva más positiva. Si debes trabajar junto a ella, mantengan sus conversaciones estrictamente profesionales.

3. Sé honesto contigo mismo

Intentar convencerte de que no eres envidioso o celoso no ayudará. Trata de llegar a la raíz de tus sentimientos. ¿Sientes que no estás recibiendo la cantidad de respeto y reconocimiento que mereces? ¿Sientes que tu carrera se ha estancado y te hace sentir vulnerable y asustado?

*4. Encuentra tus victorias *

Dirige tu mente y tus emociones en otra dirección; céntrate en otro objetivo. Mejora tu tiempo en una carrera de 5 kilómetros, ayuda a organizar una importante conferencia de la industria o comienza a escribir tu propio blog. Este es el momento de centrarse en las cosas que te hacen único, de modo que cuando sientas celos o envidia, puedas tener recuerdos claros de las cosas que haces bien.

Fuente: Intuit