La caída de dos de los mandos principales de Sendero Luminoso, fue recibida con satisfacción por el empresariado y la comunidad del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), porque genera tranquilidad en la zona.

Así lo afirmó, el presidente de la Cámara de Comercio de Ayacucho, Federico Vargas, quien sostuvo que la población del Vraem había reaccionado contra el ataque que los remanentes subversivos habían perpetrado en un campamento de la empresa que estaba construyendo la carretera de la localidad de Quinua.

“No tenemos la violencia ni la inseguridad que había en la década de 1980 y 1990, pero los remanentes terroristas estaban generando el rechazo de la población”, subrayó.

El dirigente empresarial destacó el accionar de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional para brindar la seguridad que requiere la zona del Vraem, a fin de continuar e incentivar las inversiones en obras de infraestructura vial.

Fuente: Andina