La multiplicación de canjes de petróleo por servicios médicos, ganado y hasta nuez moscada, eje de acuerdos políticos que prescinden del pago en efectivo, está secando la caja de la mayor firma del país, acosada por un salto en su deuda, atrasos con proveedores y demoras en sus proyectos productivos.

Y mientras merma la liquidez, se agudizan las presiones sobre PDVSA para financiar los ambiciosos programas sociales del Gobierno de cara a las cruciales elecciones de octubre, donde Chávez aspira a ser reelecto hasta el 2019.

Según su último balance, en 2011 PDVSA no recibió un solo dólar en efectivo por la venta del 43% del crudo y los derivados que produjo, un salto desde el 32% que sumaba dos años atrás, lo que elevó ese registro a más de un millón de barriles diarios.

“El problema no es 2012. Lo difícil es 2013. Si el precio cae por debajo de 90 dólares, la situación fiscal para Venezuela se complica bastante”, dijo Roger Tissot, analista asociado al Instituto de las Américas en California.

La oposición cuestiona los canjes petroleros con Cuba, Argentina, Uruguay y más de una docena de países de la iniciativa Petrocaribe, señalando que las condiciones de financiación, con un 1% de interés anual y dos años de gracia para pagar, son extremadamente laxas.

PDVSA recibió una bocanada de aire fresco el año pasado cuando el petróleo escaló a su mayor promedio histórico tras la interrupción de la extracción en Libia y los temores por el impacto sobre el suministro de las revueltas populares en varios países productores.

Pero PDVSA, que construye casas y carreteras, sostiene planes de venta de alimentos y hasta financia equipos de Fórmula 1, destinó una sustancial parte de sus ingresos a los programas sociales de Chávez, en lugar de aprovechar los ingentes fondos para acelerar de una vez por todas su bombeo.

Con los aportes al Gobierno como prioridad y una merma significativa en el cobro de barriles en efectivo, la petrolera se endeudó en más de 10.000 millones de dólares con emisiones de bonos e hizo frecuentes pedidos de auxilio a la banca estatal, que le transfirió unos 3.350 millones de dólares.

Fuente: Reuters